Orar para vivir la unión con Dios

Me gusta mucho ese « sin mí no podéis hacer nada», es impresionante, es radical… [sin Él] no podemos hacer nada. Así que no tenemos por qué preocuparnos, sino ¡decirnos que no podemos hacer nada! Tenemos, por tanto, que pedírselo todo al Señor.

Retiro de la Fraternidad de Jesús 31/12/79

7 minutos : La unión con Dios

La oración nos conduce a la unión con Dios, puesto que es un corazón a corazón con el Señor.

Varios hermanos y hermanas de la comunidad dicen haber comprendido lo que es la oración, rezando al lado de Pierre Goursat y viéndolo absorto en ese corazón a corazón .

Todos estamos invitados a hacer esta opción por la oración.
« Profundicemos » en nuestra oración, como nos invitaba a menudo Pierre Goursat. Pero, ¿cuáles son las claves que nos permiten vivir esta oración del corazón, este « fuego de amor ardiente », cimiento de nuestra comunión ?

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El objetivo es alcanzar la oración continua, pero sin tensión. Los enamorados siguen con su trabajo, pero piensan todo el tiempo, sin parar, en el otro. ¡Pues bien, nosotros estamos enamorados de Jesús! Y, poco a poco, llegamos a pensar en él en todo momento. Y, estemos donde estemos, rezamos el rosario, alabamos. Y la alegría es continua.

Fin de semana comunitario 18-19/06/77

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La oración es indispensable

Jesús nos dice que sin Él, no podemos hacer nada. Si de verdad es así, ¿a qué esperamos para rezar por todo, para pedírselo todo a Él?

Alimentemos nuestra oración

¿Estoy «seco» en la oración? ¿No «sucede» nada? ¿Es un momento «vacío», a mi parecer? ¡ Veamos enseguida, en ese caso,, cómo, tal santo o santa, que es un hermano o una hermana, lo ha logrado! ¡Leer una vida de santo, despierta, instruye, renueva !

La oración es eficaz

¡En la oración, le entregamos todo a Dios! Esto, Le permite actuar, porque ya no hacemos nuestra voluntad, sino la Suya. Confiarnos a Dios en la oración, nos transforma profundamente, dándonos la paz y la alegría.

Orar continuamente

¿Orar continuamente? ¿Estar siempre con Dios? ¡Es posible! Durante el día, le confío todas mis actividades, en los transportes, rezo por la gente a mi alrededor. En los silencios, procuro escucharlo y, en el ruido, interceder…

Si os resulta tan difícil rezar solos, reuníos tres o cuatro, no para una oración espontánea juntos, sino para una oración silenciosa. Decís, en resumen: « Vengo a rezar contigo porque no soy capaz de hacerlo solo. Pero esta oración, la voy a hacer con Jesús y tú también la vas a hacer con Jesús. » ¡Estamos al lado y nos vigilamos por el rabillo del ojo! Y os diréis, al cabo de un cuarto de hora o treinta minutos: « ¡Es maravilloso! », y diréis al otro: « ¡Pero qué bien rezabas! » Y el otro, os dirá: « ¿Yo?... ¡pero si he estado con una sequedad increíble!» Esto os anima… ¡es estupendo!... porque os da el Espíritu Santo. Porque si no, nos desanimaríamos completamente. ¡Pues, nada de eso...! En serio, esto es lo que tenemos que hacer.

Entrevista el 23/05/76

Si os resulta tan difícil rezar solos, reuníos tres o cuatro, no para una oración espontánea juntos, sino para una oración silenciosa. Decís, en resumen: « Vengo a rezar contigo porque no soy capaz de hacerlo solo. Pero esta oración, la voy a hacer con Jesús y tú también la vas a hacer con Jesús. » ¡Estamos al lado y nos vigilamos por el rabillo del ojo! Y os diréis, al cabo de un cuarto de hora o treinta minutos: « ¡Es maravilloso! », y diréis al otro: « ¡Pero qué bien rezabas! » Y el otro, os dirá: « ¿Yo?... ¡pero si he estado con una sequedad increíble!» Esto os anima… ¡es estupendo!... porque os da el Espíritu Santo. Porque si no, nos desanimaríamos completamente. ¡Pues, nada de eso...! En serio, esto es lo que tenemos que hacer.

Entrevista el 23/05/76