Adorar para arder
de amor
Nos convertimos en zarzas ardientes, que arden sin consumirse. Como un fuego abrasador que el Señor desea encender con nuestras pobres vidas, que consagramos juntos a su servicio, al crecimiento de su Reino de Amor.
Notas preparatorias par una enseñanza 24/06/80
7 minutos : Adorar para arder de amor
Adorar es dejarse contemplar y amar por Cristo.
“Señor, inflámame, haz que arda, consúmeme con tu Amor, para que podamos incendiar la tierra” decía Pierre Goursat.
En la adoración, en la que contemplamos a Jesús presente en su Eucaristía, Pierre Goursat encontraba el deseo de salvar a las almas.
Siguiéndolo, descubramos este tesoro increíble que es la adoración eucarística. Veamos cómo vivir la adoración en el día de hoy, cómo inflamar nuestro corazón y entrar así en el amor al mundo y a los hombres, y de esa manera, en la compasión.
Adoremos para arder con el fuego de Dios
En la oración y en la adoración, somos revestidos realmente con la fuerza del Señor. Pero es necesario, igualmente, que esto conduzca al servicio de nuestros hermanos.
Fin de semana « Emmanuel » 26/10/75
Ellos dan testimonio
Para más información
Para recordar
El amor de Dios por nosotros
Adorar, es beber de la propia fuente del Amor: el Corazón de Jesús. Existe una gracia propia del amor de Dios en cada uno de nosotros. ¡Probablemente seamos indignos de ella, pero contamos con ella para transformarnos!
El fuego ardiente de Dios
Basta con que, en un lugar, alguien ame a Jesús, para que enseguida la gente se precipite . El hombre está hecho para arder. Esta llama no pide sino otra cosa, sino extenderse. ¡Amemos, pués, así, y adoremos…, adoremos!
Jesús realmente presente
Saber que Jesús está realmente presente en la Eucaristía , es una profunda alegría. Puesto que Él está tan cerca de nosotros, ¡no dudemos, por nuestra parte también, en acercarnos a Él!
De la adoración nace la compasión
En la adoración tenemos la experiencia del amor de Dios por nosotros; pero Dios nos da también el deseo de que todos conozcan este amor. Cambia nuestra mirada hacia los que sufren, hacia los que no Lo conocen, y nos da la suya.
Adoramos al Señor Jesús en el Santísimo. Tenemos que creer verdaderamente en esta Presencia real: una presencia muy real y muy concreta, porque el Señor se ha encarnado y quiere permanecer con nosotros. Quiere estar con nosotros. Y es un gran gozo para nosotros saber que está con nosotros.
Fin de semana comunitario 21/06/81
Adoramos al Señor Jesús en el Santísimo. Tenemos que creer verdaderamente en esta Presencia real: una presencia muy real y muy concreta, porque el Señor se ha encarnado y quiere permanecer con nosotros. Quiere estar con nosotros. Y es un gran gozo para nosotros saber que está con nosotros.
Fin de semana comunitario 21/06/81